Daños a la empresa

Las pólizas de daños a la empresa son bastante homogéneas en el mercado asegurador. Esto no significa que todas sean iguales, sino que los grupos de garantías son, por lo general, muy similares: incendio, robo, daños atmosféricos, daños eléctricos…

Resulta imposible escoger una póliza del sector asegurador que sea mejor que el resto, por lo que debemos centrarnos en los pequeños detalles específicos de nuestra actividad que pueden marcar la diferencia. Dos de los puntos más importantes al respecto son:

  • La presencia de parte del contenido asegurado en el exterior
  • Los capitales correctos a asegurar

Respecto al primer punto debemos indicar que, por norma general, las compañías no dan cobertura en sus pólizas de daños a los bienes al exterior. ¿Por qué? Básicamente porque los productos aseguradores están diseñados para el mercado general, y la compañía lo razona de la siguiente forma: si aseguro una caja con un televisor que han dejado en el exterior y llueve, esto me comportará un siniestro.

Pero lo cierto es que los bienes depositados en el exterior, en nuestro caso, se corresponden con maquinaria de obra. Y la compañía aseguradora debe conocer que estos bienes asegurados tienen como característica que están especificamente diseñados para estar en el exterior.

Son muchas las ocasiones en las que analizamos pólizas donde se asegura un parque de maquinaria en el exterior y la misma póliza excluye los bienes en el exterior. Es decir: no se está asegurando nada.

Es por ello que resulta imprescindible que la póliza de una empresa de alquiler de maquinaria disponga de cobertura de bienes en el exterior.

El segundo punto hace referencia a los capitales de contenido a asegurar. En una empresa tradicional, los bienes contenidos en las naves donde se opera suelen mantenerse estables durante todo el año. Pero hay negocios donde no es así. Por ejemplo, el caso de una empresa de transporte: en fechas navideñas su capital de mercancías será mucho más elevado.

En el caso de las empresas de maquinaria ocurre algo similar: podemos tener un parque de maquinaria valorado en 1.000.000 €, pero si normalmente el 40% de ese parque está alquilado (y por tanto no está en nuestras instalaciones), asegurar 1.000.000 € cuando correspondería en realidad 600.000 € supone un sobrecoste que no tenemos por qué asumir. Dicha prima estaría mucho mejor invertida en un seguro de transportes o incluso en un seguro de daños a la maquinaria que cubra durante el alquiler de las máquinas.

Como ya hemos indicado en otros apartados, resulta imprescindible realizar una buena valoración del riesgo, no sólo por las coberturas, sino por todos aquellos aspectos que en un futuro pudieran ocasionar problemas de cobertura (por ejemplo la existencia de un taller de reparación con soldadura, un hecho que se suele excluir como causa de incendio) en un futuro.